Los scones salados son una opción fácil y deliciosa para preparar en pocos minutos. Con Harina leudante Bárbara, manteca y queso rallado como base, se obtiene una masa suave que, al hornearse, queda dorada por fuera y tierna por dentro. Son ideales para la merienda, como snack o para sumar a una tabla de quesos y fiambres.
Ingredientes
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2 tazas de harina leudante Bárbara
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60 g de manteca fría en cubitos
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½ taza de queso rallado (tipo reggianito, sardo o similar)
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½ taza de leche
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1 huevo
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1 pizca de sal
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Pimienta a gusto
Paso a paso
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Mezclar los secos
En un bowl, colocar la harina leudante, la sal, la pimienta y el queso rallado. -
Incorporar la manteca
Agregar la manteca fría y desarmarla con las yemas de los dedos hasta lograr un arenado. -
Agregar líquidos
Hacer un hueco en el centro y sumar el huevo batido con la leche. Integrar con cuchara de madera o espátula hasta obtener una masa tierna (no amasar demasiado). -
Formar y cortar
Volcar la masa en la mesada enharinada, estirar suavemente hasta 2 cm de espesor y cortar círculos con un cortante o vaso. -
Hornear
Colocar los scones en una placa enmantecada, pincelar con un poco de leche y llevar al horno precalentado a 200 °C durante 15 a 18 minutos, hasta que estén dorados. -
Servir
Dejar entibiar unos minutos y servir solos o acompañados.
Estos scones salados con queso son la solución perfecta para una receta rápida y versátil. Se disfrutan tibios, pero también se pueden preparar con antelación y guardar para acompañar cualquier comida.