Esta tarta combina ingredientes simples con una masa diferente: en lugar de la clásica masa quebrada, se prepara una base leudante, más suave y esponjosa. El resultado es una tarta dorada, liviana y muy sabrosa, ideal para una comida práctica o una cena rápida con pocos ingredientes.
Ingredientes
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Para la masa:
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2 tazas de Harina Leudante Bárbara
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½ taza de leche tibia
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3 cucharadas de aceite
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1 huevo
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½ cucharadita de sal
Para el relleno:
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200 g de jamón cocido
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200 g de queso cremoso o mozzarella
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2 tomates frescos en rodajas
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1 cucharada de aceite de oliva
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Orégano y pimienta a gusto
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Paso a paso
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Preparar la masa
En un bowl, mezclar la harina leudante con la sal. Agregar la leche, el aceite y el huevo. Integrar con cuchara y luego amasar unos minutos hasta obtener una masa suave. Dejar reposar 15 minutos. -
Estirar la masa
Enharinar la mesada y estirar la masa hasta que tenga ½ cm de espesor. Colocar en una tartera aceitada y pinchar la base con un tenedor. -
Armar la tarta
Cubrir con el jamón cocido, luego el queso y, por encima, las rodajas de tomate. Condimentar con orégano, pimienta y un hilo de aceite de oliva. -
Hornear
Llevar al horno precalentado a 180 °C durante 25 a 30 minutos, hasta que la masa esté dorada y el queso fundido. -
Servir
Dejar entibiar unos minutos y servir en porciones.
Con su masa esponjosa y el equilibrio entre jamón, queso y tomate, esta tarta es una versión distinta de un clásico que nunca falla.

