Nuestro fundador
Don Otto Sagemüller (1870-1940) nació en Moorse, Budyadingen del Gran Ducado Oldenburg, Alemania. En 1893, a la edad de 23 años, llega a Buenos Aires en Argentina (no como inmigrante, sino en una comisión comercial), trayendo una tropa de 12 caballos padrillos de Oldenburg que comercializó con la firma Adolfo Bullrich y Cía.
El 25 de mayo de 1896 se radicó en Crespo Entre Ríos, donde comenzó a desarrollar actividades agro-industriales, fundando el primer molino harinero de la Firma Sagemüller. Posteriormente se instalaron una usina eléctrica y una fábrica de hielo, gran adelanto para su tiempo. Tuvo la idea de nuclear a los productores en una cooperativa y en 1910 fue uno de los fundadores de la cooperativa agrícola de Crespo “La Agrícola Regional Coop. Ltda.”
Don Otto fue un pionero que influyó en el desarrollo de Crespo y zona, y no solo en la actividad económica, sino también educativa y cultural. Tras un pedido de dos pastores crespenses del Sínodo Alemán, comenzó a crecer en su mente la idea de una institución educativa alemana de excelencia que marcara la vida de los inmigrantes germano parlantes de toda la zona. Fruto de sus gestiones y junto a un grupo de vecinos y empresarios germanos en Argentina, fueron adquiridos los terrenos y se construye el Instituto Crespo, la Deutsche Schule de Crespo (como se la conocía), que en 1935 inicia sus actividades educativas de avanzada para la época. Fue toda una escuela rural. Comprendía los tres niveles de enseñanza y proveía a sus alumnos -de ambos sexos- capacitación en artes y oficios, enseñanza en distintos niveles de la lengua académica alemana, gimnasia y educación física con buen nivel de exigencia. También brindaba educación inicial (jardín de infantes), incluso tenía un magisterio. El Instituto Crespo llegó a alojar hasta 200 internos provenientes de diversas aldeas, pueblos y caseríos de Entre Ríos, como así también de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Chaco, Misiones e incluso Montevideo (Uruguay).
Don Otto Sagemüller fue un ejemplo de honestidad, respeto, trabajo y espíritu emprendedor que ha marcado con su impronta a las sucesivas generaciones de crespenses. En su homenaje, hoy llevan su nombre una calle céntrica de la Ciudad de Crespo y el re-fundado Instituto Cultural y Educativo “Otto Sagemüller” que el año 2024 comenzará a impartir educación bilingüe de alta calidad.
